LAS LLAVES DE LAS BENDICIONES
LAS LLAVES DE LAS BENDICIONES.- Ser humilde y sin engaño delante de Dios, y recibir de su Espíritu, sí, del Consolador, quien manifestará al humilde, la verdad de todas las cosas, y le indicará en la hora precisa, lo que ha de decir. Y éstos, sanarán a los enfermos, echarán fuera demonios, y serán librados de los que quieran administrarle veneno mortífero; y serán conducidos por sendas donde la serpiente venenosa no podrá herir su calcañar; y se remontarán en la imaginación de sus pensamientos como si fuera en alas de águila. Y si el Señor dispone, que resuciten a los muertos, así será hecho, pues no detendrán su voz.
Existen bendiciones menores, o seccionadas, para aquellos que obedecen las leyes de Dios; porque cuando se recibe una bendición de éstas, es porque se obedece la ley sobre la cual se basa tal bendición.
En cambio, el humilde y limpio de corazón, sobrepasa todo esto; de manera que su bendición, trasciende los límites de lo natural, de lo cotidiano y de lo temporal; porque el Señor comparte con él, algo de su misma esencia.