DESPENALIZAR EL PECADO.- Es lo que hacen muchas
naciones; pero aún así, el pecado seguirá siendo pecado, pues las leyes de los
cielos, están por encima de las leyes de los hombres. Puede una nación
legalizar el Matrimonio gay, y dar pie a que muchas abominaciones se cometan
con la mayor naturalidad, amparadas por las leyes del país; pero no escaparán
al juicio y la justicia divinos, porque el tribunal de los cielos, no contempla
el pecado, ni con un mínimo grado de tolerancia; en
eso será muy tajante. El Señor nos ha dado un brújula, llamada CONCIENCIA, para
que podamos discernir el bien del mal, y es responsabilidad de aquellos que
fueron elegidos para gobernar un país, el saber determinar lo que será bueno
para el pueblo, aquello que lo elevará espiritual y emocionalmente, así como
temporalmente. Y un día, serán juzgados los gobernantes, por las cosas que
eligieron, por las leyes que dieron o aprobaron, por la campaña que hicieron a
favor o en contra de algunas posturas. Y si el pueblo gime, es que los
gobernantes son inicuos; y cuando el pueblo clame, el Señor quitará a los malos
gobernantes, y nos proveerá de gobernantes honestos, porque Él es el único que
saca y pone reyes, presidentes, gobernantes. Y cada pueblo, tiene el gobernante
que merece. No pensemos en qué candidato tiene más dinero, sino, qué candidato
será capaz de ver lo mejor para nosotros, y de acercarnos más a Dios. Seremos
juzgados, hasta por la forma de decidir nuestro voto. Las conveniencias
personales, van de la mano con la corrupción.