EL DOLOR
EL DOLOR.- Es un poder positivo y purificador. Cuando sentimos inmenso dolor, pasamos como por un fuego purificador, precio requerido para llegar a Dios. Este proceso de refinamiento, es esencial en el plan del Señor, es como pulir un diamante; pues somos como arcilla en las manos de Dios, y Él sabe cuándo nos da la experiencia del dolor. Sin esta limpieza o purificación, no podríamos subir de nivel espiritual. Las más ricas bendiciones de la eternidad, son para quienes sobrelleven bien este proceso de refinamiento. El que es fiel en la tribulación, tendrá mayor galardón que el que es fiel sin tener tribulación. Me estoy refiriendo tanto al dolor físico como al dolor espiritual. Cuando pasamos por esta experiencia, podemos comprender mejor a otras personas y sentir misericordia por ellas; nos volvemos más sensibles y empáticos. En consecuencia, no reneguemos cuando tengamos dolor, sino, que como príncipes reales, con valor sufrir los males, es lo que aconseja el Señor. La fortaleza viene de Dios; y el dolor nos eleva a nuevos niveles de inteligencia y de espiritualidad.
Etiquetas: Dolor, espiritualidad., fuego, galardón, inteligencia, limpieza, nivel, poder, purificar, refinamiento, tribulación
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