LAS FUENTES

LAS FUENTES.- Y esta es la pregunta del millón: ¿Cuáles son sus fuentes de información para escribir estos artículos? Los grandes eruditos, deseaban saberlo; y esta fue la respuesta: "Los cuatro libros canónicos de la Iglesia de Jesucristo, Escritos de Profetas y Apóstoles, Algo de los Pergaminos del Mar Muerto, y las Revelaciones Personales que recibo". ¿NADA MÁS?, fue lo que me respondieron, con una exclamación de asombro. ¿Cómo es posible, que con tan poca fuente de información, usted haya podido plasmar tantas verdades, que ni siquiera se encuentran en los libros que usted ha mencionado, al cien por ciento? pues la mayor parte se encuentra sólo en libros que no han sido traducidos al español, ni son accesibles al común de la gente; y una parte, no se encuentra en ningún lado, pero es presumible.
Mi razonamiento se basa en lo que un día dijo un Profeta: "Cinco minutos de revelación personal, nos brindan mayor conocimiento, que el que se encuentre en 50 libros que hablen del mismo tema". Entonces, no hay para qué alarmarse. Si las revelaciones son auténticas, lógicamente se está recibiendo un conocimiento que escapa al poder y al control de cualquier erudito; que dejará boquiabiertos a los sabios, y por los cuales, los gobernantes de las naciones cerrarán la boca, y contemplarán lo que no habían considerado. Porque cosas que ojo no vio, ni oído escucho, y que no han llegado siquiera al corazón del hombre, son las que el Señor revela a sus siervos, los que le sirven en rectitud, en espíritu y en verdad.