TERREMOTO
TERREMOTO
Una noche, me estaba acostando vestida, con pantalones vaqueros y demás ropa. Mi esposo me dice: Ponte camisón, cómo vas a dormir vestida. Yo le respondo: Voy a dormir vestida, porque a la hora del temblor, quiero de un salto estar con mis hijas. Estás loca, me responde él; ¿Acaso han dicho por radio que habrá un temblor? No, no lo han dicho, pero yo lo sé, y será muy fuerte, le dije. Qué locura, murmura él. Por más que intentó disuadirme, no lo consiguió. Me dormí vestida; y en la media noche, o parte de madrugada, hubo un tremendo terremoto, y los dos corrimos a socorrer a nuestras hijas de 5, 3 y 2 años. Cosas como estas, hace el Espíritu Santo con las personas; nos avisa, nos alerta y nos protege.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal