martes, 27 de febrero de 2018

LOS PERROS TAMBIÉN SE CONGELARON


LOS PERROS TAMBIÉN SE CONGELARON.- La tercera vez que vi a seres congelarse en el tiempo, se trataba de más de 50 perros dispuestos a atacarme, cuando yo ingresaba a unos terrenos agrícolas, donde vivía una hermana mía. Era la primera vez que entraba sola y a pie. Al ver a los animales venir hacia mí con expresiones terribles y deseos de atacar, sentí un pánico tal, como el que sentí cuando mi abuela me iba a pegar con el chicote de 3 ramales. En ese momento, cuando parecía que ya no tenía escapatoria, todos los perros se congelaron y quedaron como estatuas. Pasé por en medio de ellos, todo estaba silente, ninguno me atacó; y al llegar a casa de mi hermana, ella se quedó estupefacta, porque parecía imposible que una persona extraña al lugar, pudiese entrar a pie, sin ser atacada por los perros, que para ese fin los tenían ahí, cuidando las casas, mientras sus moradores iban a trabajar. Tres momentos de pánico extremo, tres casos de congelamiento en el tiempo.

miércoles, 21 de febrero de 2018

HASTA LA EFUSIÓN DE SANGRE


HASTA LA EFUSIÓN DE SANGRE: El Señor nos dice: "Defenderéis a vuestras familias, aún hasta la efusión de sangre". Lo que quiere decir, que si una persona mata, por defender a su familia, dicha acción no cuenta como pecado para Dios. Claro está, que esto no debe servir de pretexto para cometer excesos. Por ejemplo, aquellas madres que matan a un individuo, porque lo encontraron violando a uno de sus menores hijos, está en su legítimo derecho de matarlo, y por tanto, no deberían darle pena de cárcel, ni ninguna otra pena. Sin embargo, las leyes de los hombres condenan injustamente tal accionar de los padres, que ejerciendo su legítimo derecho, al defender a sus hijos, a su esposa, a sus padres o hermanos, llegan a matar a sus agresores. Matar por defender a su familia, es como matar en defensa propia. Se hace necesaria una revisión y estructuración de las leyes terrenales, en este sentido, para que puedan estar en la misma frecuencia de las leyes de Dios.

lunes, 19 de febrero de 2018

https://pentian.com/book/fund/5139
Invito a los amantes de los temas místicos, a entrar a este enlace y participar como mecenas en la publicación de mi próximo libro, con retorno de regalías por su participación.


QUE NO TRABAJEN EN VANO.- Nuestro Padre Celestial y Jesucristo, trabajan arduamente para llevar a cabo LA INMORTALIDAD Y VIDA ETERNA del hombre. Ya se ha logrado lo primero, que es LA INMORTALIDAD, pero lo segundo, requiere mucho interés de nuestra parte. Todo lo que ellos hacen es en provecho nuestro. Nos han dado este mundo con todas sus maravillas, nos han dado leyes y guía a seguir, para poder retornar a su presencia y gozar de un estado de felicidad. Se nos ha dado el albedrío para que podamos elegir entre lo bueno y lo malo; puesto que la salvación no se impone a nadie. Si buscamos la verdad, guardamos los mandamientos, leemos las Escrituras, recibimos las ordenanzas, desarrollamos amor al prójimo y emulamos al Señor Jesucristo; estaremos en condiciones de acogernos a tantos beneficios que ellos han creado para nosotros, incluyendo la forma de morir, puesto que al justo, la muerte le será dulce, y al malvado, le será amarga, terrible, desesperante. Estamos a tiempo, PODEMOS ELEGIR.

LO VEREMOS TODO


LO VEREMOS TODO.- En vano tratas de hacer cosas incorrectas a escandidas de los demás, porque llegará el día en que lo veremos todo; y será mejor que el video más sofisticado, porque la claridad de los hechos será tal, que irá acompañado de las intenciones y los deseos del corazón. Pues será cómo ver a las personas actuando en vivo y en directo, y además leer sus mentes y sus sentimientos. No importa si ahora llevan ventaja en mérito a sus trampas, y que el justo pierda las pequeñas batallas de la vida, lo que verdaderamente tiene valor duradero, es lo que vendrá después de este segmento de vida, que nos toca pasarlo en la tierra. Así que, en vano te escondes y maquinas maldades, compras conciencias, silencios y benevolencia a los inicuos; puesto que en el escaparate de los justos, esas cosas no están a la venta. Recuerda que lo veremos todo. Y si aquí te resultaría vergonzoso y desagradable que lo veamos, allí será una vergüenza aún mayor.

¿HABRÁ DOS IGUALES?


¿HABRÁ DOS IGUALES? El Señor dice a Abraham: "Así también, si hay dos espíritus, y uno es más inteligente que el otro; sin embargo, estos dos espíritus, a pesar de ser una más inteligente que el otro, no tienen principio; existieron antes, no tendrán fin, existirán después, porque son gnolaum o eternos".
"Hay dos espíritus y uno es más inteligente que el otro; habrá otro más inteligente que ellos; yo soy Dios, soy más inteligente que todos ellos". Lo que quiere decir, que no hay dos espíritus igualmente inteligentes, siempre uno será más inteligente que el otro. Y así es con todo: No hay dos espíritus igualmente íntegros. Estamos todos como formando parte de un escalafón, en el que no hay dos personas con el mismo cargo. Pero podemos subir o bajar escalones, según nuestra diligencia en guardar los mandamientos de Dios, recibir las ordenanzas del Evangelio, y desarrollar la caridad, la fe, la humildad, etcétera.
Así también será en el postrer día, no habrá dos espíritus con el mismo grado de gloria sobre su cabeza; diferirán tanto uno de otro, como las estrellas en el firmamento, pues no hay dos iguales, o con la misma intensidad de luz.

¿NO TIENEN LA CULPA?


NO TIENEN LA CULPA? Escuchamos decir, por ejemplo: Nació negrito, o feíto, no tiene la culpa de haber nacido así. Sin embargo, en la vida pre terrenal, se nos dio mucha instrucción y luego fuimos evaluados. Y poco a poco, forjamos las características de nuestro cuerpo espiritual, según nuestra diligencia al aprender todo aquello que nos enseñaban. De tal suerte, que nuestro cuerpo iba tomando formas, rasgos, tamaño, color, gracia, etcétera. Y al nacer en esta tierra, nuestro cuerpo físico es a semejanza de nuestro cuerpo espiritual. Fuimos colocados en los hogares que previamente habíamos elegido, al escoger a nuestro padre y a nuestra madre. Escogemos a los padres, pero no a los hijos ni a los hermanos. Cada uno se ganó el cuerpo para el cual calificó; así que no digan: No tiene la culpa ......