EL DON DE LA GRACIA
EL DON DE LA GRACIA.- Por la RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO, se nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, pues Satanás no tiene poder perdurable. La Gracia de Dios, es la asistencia divina y la investidura de fortaleza, que nos permiten progresar desde nuestras limitaciones y defectos, hasta llegar a ser seres exaltados de luz y verdad.. La Gracia abre las puertas del Cielo, y también, las ventanas de los cielos. Por cuanto todos pecamos, ninguno de nosotros es digno de volver a la presencia de Dios; y no podemos ganarnos el cielo por nosotros mismos, porque las exigencias de la justicia se interponen como una barrera que nos es imposible superar. Ante este inconveniente, la Gracia de Dios es nuestra gran y sempiterna esperanza. Gracias a que nuestro amado Salvador se dio a sí mismo en rescate por todos, se ha proporcionado una entrada en Su reino eterno para nosotros. La gracia de Dios, no nos restaura simplemente a nuestro estado de inocencia anterior, sino, que nos eleva a uno superior, ya que el Padre quiere que lleguemos a ser como Él. Nos guía a alturas que apenas podemos comprender. Nos lleva a la exaltación en el reino celestial, donde rodeados de nuestros seres queridos, recibiremos de su plenitud y de su gloria; y todo lo que el Padre tiene, nos será dado. Sólo tenemos que NACER DE DIOS, o sea, ser cambiados de nuestro estado inmundo, a un estado de rectitud, convirtiéndonos en sus hijos y sus hijas. Su gracia nos refina y nos ayuda a alcanzar nuestro potencial.
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