LA NATURALEZA DIVINA

LA NATURALEZA DIVINA.- Es la chispa de divinidad, que el Señor puso en cada uno de nosotros. Mediante ella, podemos alcanzar el potencial que Dios desea que alcancemos. Podemos ir adquiriendo los atributos de Dios, poco a poco, en la medida en que hagamos crecer esa semilla de naturaleza divina. Las facultades que el Señor tiene, poco a poco las podemos adquirir, siendo fieles a su Evangelio, viviendo sus principios, sus enseñanzas y guardando sus mandamientos; orando, ayunando, leyendo las Escrituras, meditando y sirviendo al prójimo. Entre los atributos que podríamos adquirir, se cuentan: el discernir espíritus, captar la mente de otras personas en circunstancias necesarias; hacer milagros; recibir revelaciones personales; escuchar la voz de Dios; desarrollar el Don de profecía; sanar a los enfermos; transportarnos a otras dimensiones y/o lugares; discernir los sueños y las visiones; ser asistidos por el Espíritu Santo en toda circunstancia, desarrollar inteligencia, adquirir conocimiento, etcétera.
Mediante la ciencia, pueden crearse seres que tengan vida, sin la participación tradicional del hombre y la mujer; pero me pregunto: Contarán con Naturaleza Divina? de no ser así, les fallará la conciencia; no tendrán remordimiento; ignorarán la virtud y demás valores, y muchas cosas negativas más; y este mundo, sería un caos total. Esa pequeña partícula, es la partícula de Dios, que Él espera que la hagamos crecer, alejándonos del hombre natural, para allegarnos a la influencia del Santo Espíritu. Así, abundaríamos en buenas obras.